Estambul: El Gran Bazar

Uno de los viajes estrella de viajarsolo.com es Estambul y Capadocia y ahí en la preciosa Estambul es donde se encuentra nuestro tema de hoy.

Todos los que hemos visitado Estambul tenemos muchas razones para volver una y otra vez, no hay palabras para explicar ese compendio de arte y cultura aderezado con lugares no tan pomposos que han llegado a convertirse en una visita "imprescindible" de Estambul. Por supuesto, me estoy refiriendo al Gran Bazar.

Más allá de las tiendas de falsificaciones, tapices y recuerdos este laberinto de calles cubiertas es una ciudad a pequeña escala que ha podido adaptarse al siglo XXI sin perder su magia.

Fue el sultán Menhmet II el Conquistador quien fundara aquí un mercado poco después de la conquista de Constantinopla en 1453.

Compradores y curiosos se dispersan por las laberínticas callejuelas. Esta pequeña ciudad cuenta con todos los servicios: peluquerías, mezquitas, bancos, policía, bomberos, correos, fuentes…

El Ic Bedesten es la parte más antigua donde se guardaban en la antiguedad los bienes de valor. Alrededor creció poco a poco el Gran Bazar, mientras se abrían nuevos comercios en la gran red de callejones que lo rodeaban, se cubrían sus calles, se cerraban las entradas para proteger las tiendas cuando anochecía y se construían caravasares para albergar las mercancías y las caravanas llegadas desde todos los puntos del planeta.

Las antiguas caravanas han sido sustituidas por grupos de visitantes de todos los confines del mundo. Sin duda este es el principal lugar de encuentro entre culturas de la eterna Estambul.

Del Gran Bazar viven miles de familias. Treinta hectáreas y más de cuatro mil tiendas mueven millones de euros cada año, los propietarios de las tiendas son gente acaudalada. Los ocupantes de locales alquilados deben hacer frente a unos pagos que consumen gran parte de sus beneficios: varían entre dos mil y diez mil euros mensuales dependiendo de la localización y del tamaño.

Gran parte de la clientela del Gran Bazar es extrajera pero también hay una parte importante de clientela local que buscan modelos de diseñadores famosos. El negocio de las falsificaciones es uno de los principales motores del Gran Bazar.

El la calle Kalpakcilar (es tan grande nuestro bazar que se divide por calles) es donde se encuentra el negocio del oro, cada año se venden cien toneladas. Quizá a los españoles nos parezcan unas joyas un tanto recargadas pero a las mujeres de los países africanos y árabes les parecen adorables.

Los vendedores del Gran Bazar tienen los más variados orígenes desde occidentales y gentes de todos los lugares de Oriente Medio y los Balcanes a las tradicionales familias armenias y sefardíes que dirigen las mismas tiendas desde hace siglos.

Los interminables regateos son parte de la cultura del Bazar, nuestra experiencia nos dice que podremos bajar el precio, en general, a un poco más de la mitad del que inicialmente nos den. Si les decimos uno demasiado bajo simplemente nos ignorarán!

¡Atrévete con el juego del regateo! Es una experiencia inolvidable.